sábado, 31 de enero de 2015

Un viaje por Irena Marie Rieband. Parte 2ª.

Artículo escrito por Irena Marie Rieband y publicado en la revista Americana The Horn Call, May 2010.
Irena Marie Rieband se graduó de la Universidad de Londres y es trompa solista de la Sudecka Philharmonic Orchestra en Polonia. Su tesis esta completa en el sitio web de la IHS. 
Puedes contactar con ella vía email mediante su website www.rieband.com© copyright Irena Marie Rieband.

Un viaje.Parte 2ª.
Tres amenazas potenciales para la salud
 La distonía focal

La distonía focal es un trastorno neurológico caracterizado por la pérdida repentina de movimiento o coordinación, que puede afectar a cualquier parte de nuestro cuerpo. En los instrumentistas de viento-metal, y en particular los trompistas, la parte del cuerpo generalmente afectada es la embocadura y los músculos que la rodean. Los síntomas iniciales habituales son temblores en el sonido, notas cortadas, o problemas técnicos en un determinado registro.
Muy a menudo la distonía focal del músico pone toda su carrera en peligro. Curiosamente, los músicos perciben los efectos de la distonía sólo mientras tocan y no durante el resto de actividades diarias. Es más, la afección tiende a aparecer lentamente y no siempre causa dolor, por lo que puede pasar desapercibida durante algún tiempo y por ello ser diagnosticada muy tarde.

La afección todavía no se conoce a la perfección, como afirma una carta enviada por la Deutsche Orchestervereinigung, y por ello es difícil de tratar. Factores que parecen conducir a la distonía son un cambio en la técnica o el instrumento, el aumento de los niveles de estrés, o un exceso de estudio. La evidencia sugiere que estudiar incorrectamente es una causa en sí misma. En una encuesta a 58 músicos con distonía, 17 habían aumentado repentinamente su tiempo de estudio o habían empezado a estudiar intensamente después de un tiempo de pausa.

La separación de síntomas y causa no es fácil. Pero algunos instrumentistas han mejorado a través de reaprender la utilización dependiente de las redes corticales y técnicas musculares de relajación.

Estrés ocupacional

Se pidió a un grupo de músicos de orquesta que hicieran una lista de diez factores de estrés presentes en su vida diaria. Un director que debilita la confianza ocupó el primer lugar de la lista, seguido por problemas con el instrumento, tocar un solo en la orquesta, problemas médicos que afectan al trabajo, y cometer errores durante la actuación. Un estudio realizado en Gran Bretaña incluye tres tipos de estrés profesional aplicados a los músicos, en las tres categorías de factores profesionales, situación o entorno estresante y estrés personal. Sin embargo, el mayor factor de estrés fue la necesidad de alcanzar un alto nivel de musicalidad. Parece que los músicos son ellos mismos su peor enemigo.

La trompa es un instrumento donde aparecen todos estos factores de estrés y los trompistas tienen que hacer concesiones tanto físicas como mentales. Colocar una mano en la campana de una trompa y los labios en la boquilla no son "naturales" para los seres humanos. Las tensiones físicas de sostener y tocar el instrumento pueden conducir fácilmente a una lesión, por lo tanto los trompistas tienen que aprender a luchar contra esto desde una edad temprana. Algunos trompistas se han preocupado de tener sus instrumentos hechos a medida para reducir el sufrimiento y dolor muscular. Los calentamientos, estiramientos y ejercicios antes y después de tocar son esenciales.

Cometer errores al tocar solos de orquesta y convivir con las expectativas a menudo imposibles de los directores son asuntos con los que cualquier trompista debe lidiar. Debemos aprender a no permitir ninguna presión externa, opinión, o resultado afecte para obtener lo mejor de nosotros. Tocar la trompa no debe ser un temible juego de azar, como la palabra alemana Glücksspirale sugiere, debemos hacerlo con desinhibición y valentía. Esto exige el desarrollo de unos nervios de acero y una mente sana. 

El miedo escénico

La mayoría de los trompistas profesionales admiten que en algún momento de su carrera se han enfrentado a uno o más de los síntomas del miedo escénico, pérdida de la respiración, sequedad de boca, pulso acelerado, náuseas, pérdida de memoria y concentración o incluso pérdida de audición. De hecho, el miedo escénico tiene un lugar destacado en todos los estudios relacionados con músicos y además se han presentado 478 informes con estrategias para combatir el problema. Algunos consejos prácticos incluyen echarse en el suelo o leer un libro justo antes de una actuación con el fin de despejar u ocupar la mente, centrar la atención en un punto en la pared, disolver una aspirina bajo la lengua, o incluso meterse un beta bloqueador. Un remedio para relajar el enfoque general al tocar es simplemente “tocar la melodía" –algunos días son mejores que otros. Otro enfoque dice que "la experiencia es la verdadera clave" y que la única manera de superar el miedo escénico es tocar muchas veces delante de público. Alternativamente podemos entrenar nuestras mentes para  reducir los miedos a meras reacciones biológicas de nuestro cuerpo. Cualquiera que sea nuestro enfoque, pensar positivamente parece ser la solución.

Las estadísticas revelaron que las áreas corporales que tienen más probabilidades de ser afectadas en los trompistas son las relacionadas con la postura. Son comunes los dolores en el cuello y los hombros así como  problemas de espalda hasta el coxis. Una segunda área está relacionada con la técnica, en particular en la embocadura. Una mala técnica fue evaluada consistentemente en las encuestas como la segunda causa más común de problemas de salud entre los músicos. Más interesante aún, la correlación entre estas dos áreas parece ser fuerte y no menos en los casos de distonía focal, estrés ocupacional y miedo escénico, los tres peligros más diabólicos entre la comunidad de trompistas.

Por lo tanto el desarrollo de una buena técnica no es una cuestión periférica. Pero, ¿qué es, exactamente, lo que constituye una buena técnica? ¿Cómo podemos luchar contra los entes inestables como el miedo escénico con algo sólido y de confianza? Esta se convirtió en una de las cuestiones centrales en mi propia búsqueda de confianza. Encontrar las respuestas en medio de las múltiples posibilidades no resultó tan fácil.

Soluciones técnicas

Postura

Si el trabajo en la embocadura y la respiración no producen el resultado deseado, un instrumentista puede recurrir a corregir los posibles defectos en su posición física. La mala postura fue calificada como el mayor síntoma de los problemas relacionados con el rendimiento entre los músicos, y se considera una importante contribución a una mala técnica. Encontrar una buena técnica es altamente dependiente de una buena postura y muchos profesores lo incluyen en sus clases.

La mayoría de los músicos no son conscientes de su mala postura y no poseen un sentido interior para realizar los ajustes necesarios. Mejorar la postura no puede producirse si el músico no tiene confianza en su propio sentido de control interno. Se demostró que pacientes con distonía focal responden a un reaprendizaje fundamental de las redes corticales en el cerebro. Sin embargo una postura incorrecta a menudo se deriva de la primera infancia y se convierte en algo tan arraigado en el organismo de una persona que una reorganización de las redes corticales no es tarea fácil.

Respiración

Frases como "todo está en la respiración" o "toma una gran respiración y sopla" son palabras frecuentemente sabias en el mundo de los instrumentos de viento-metal. ¿Pero qué pasa si el instrumentista siente que no sabe cómo respirar? ¿O está buscando su propia manera de respirar? Pueden ser abrumados con muchas opiniones. Si bien la mayoría coinciden en que para tocar la trompa necesitamos inhalar tanto aire como sea posible y luego soplarlo de nuevo, las maneras mediante las cuales se puede hacer esto son muchas.

Un músico puede demostrar que una buena respiración comienza en la parte inferior y termina en la parte superior, otro puede sugerir la inhalación como si se hiciera a través de una manguera de jardín. Otros pueden decir de ampliar la caja torácica o imaginar que está pegada a los pulmones. Algunos pueden prohibir a sus estudiantes levantar los hombros, mientras que otros animan a sacar el pecho. Mientras la vieja escuela dice que respiremos desde el estómago y no levantemos los hombros, pensamientos más modernos piensan que un músico de constitución delgada tiene necesitará expandirse en todas direcciones, incluyendo hacia arriba.

La mayoría de los músicos están de acuerdo en que no se debe forzar para obtener una buena calidad de sonido, pero en el momento de llevarlo a la práctica crea un sinfín de problemas. El concepto de "apoyo" es igualmente difícil –los europeos dicen "empujar", pero en EE.UU. prefieren un enfoque más suave. Hay un montón de material de lectura y vídeos en el mercado, así como aparatos para respirar, pero esta abundancia de herramientas, técnicas y consejos pueden complicar la búsqueda. Mi experiencia es que centrarse demasiado en uno de nuestros aspectos técnicos puede causar un caso grave de visión en túnel, causando más bloqueos y frustración.

Embocadura

En el mundo de los músicos de viento-metal se entiende generalmente que una buena respiración y un uso preciso de los labios son las dos cosas imprescindibles para un buen rendimiento. Probablemente el asunto más cuestionado es el de la embocadura.

El libro de Philip Farkas por ejemplo, muestra un gran número de embocaduras diferentes, que lo hacen "una de los cosas en el mundo más difíciles de describir". Él contrasta las llamadas embocaduras sonrientes con las del tipo silbido y concluye que en algún lugar entre ambos se encuentra la configuración correcta, la de una "sonrisa arrugada". Cree que la mayoría de los profesionales colocan la boquilla más o menos en el centro del labio horizontalmente y cubren verticalmente dos tercios del labio superior y un tercio del labio inferior.

Sin embargo, cuando se trata de otras cuestiones tales como si el labio inferior debe ser enrollado o no, la distribución de presión entre los dos labios, la posición de los dientes, el ángulo de la boquilla con la cara, el tamaño de la apertura, y el uso de los músculos de la cara dentro de la boquilla, las opiniones difieren ampliamente.

En una inspección más cercana, centrarse en la embocadura parece añadir más confusión. Algunos maestros tienen buenas razones al advertir que no es bueno darle demasiada importancia a este aspecto técnico. Por lo tanto es valioso encontrar un profesor que no sea solamente un experto, aún más importante es que sea suficientemente inteligente y abierto para tratar a cada estudiante como un individuo o incluso un semejante, en términos de carácter, juicio y habilidades. Sin embargo los trompistas que han sufrido crisis afirman que tales modelos no siempre son fáciles de encontrar. Mientras algunas reglas pueden ser comprendidas y de confianza, en algunos casos estas pueden ser mejor evitadas u omitidas en su conjunto. La embocadura de cada uno es –con toda seguridad– única.

Soluciones integradoras
 Autenticidad
 Una vez nos hemos alejado de una base sólida, puede ser difícil encontrar el camino de regreso. Luchar contra uno solo de los aspectos mencionados anteriormente a la hora de tocar, puede conducir a un callejón sin salida. Tenemos que parar y volver a pensar que al final la única medicina para la enfermedad es la facilidad. Después de haber explorado todos los aspectos de la técnica de tocar la trompa, caminando por muchas vías de soluciones prometidas pero encontrado paredes en todos los casos, tuve que volver sobre mis pasos, encontrar mis raíces e ir en busca de algo perdido. Las respuestas para recuperar la confianza y el desarrollo de una técnica confiable y estable comenzaron a surgir en el momento que empecé a recuperar un sentido de autenticidad, dejarme ir, y tener fe. El concepto de escuchar y sonar de mi infancia adquirió dimensiones totalmente nuevas. Los expertos relacionados con el campo de la interpretación y la mala salud están de acuerdo en que todos los problemas entre los músicos se pueden prevenir. Creo que una vez aprendemos o reaprendemos a diferenciar entre lo que es fiel a nuestro interior y lo que no, somos capaces de luchar contra todas las amenazas y peligros a lo que podemos enfrentarnos y desarrollar una buena técnica. Esto es particularmente importante en el ámbito de la enseñanza, donde hay una necesidad de respeto mutuo. Aunque tenemos que hacer el trabajo, solamente será útil cuando una técnica o método de aprendizaje está en consonancia con la composición del individuo. Cualquier técnica a la que no accedamos por instinto, imaginación o nuestra fuerza vital fallará. La buena respiración debe provenir de restablecimiento de patrones de normalidad. La naturalidad y la intuición deben ser desarrolladas a través de nuestra voz cantante, tanto interna como audible, y la forma en que escuchamos. Disfrutar tocando la trompa requiere la clarificación de nuestras motivaciones internas y nuestras metas.

Sistema de apoyo

Para tocar la trompa de forma saludable pienso que es nuestra responsabilidad desarrollar un auténtico sistema de autoapoyo que abarque nuestro tiempo con el instrumento y sin él. Las experiencias personales de los trompistas estudiados nos dan algunas pistas. Dormir lo suficiente y comer sano, hacer ejercicio físico o técnica Alexander, cambiar completamente de mentalidad, estudiar correctamente dentro de límites razonables de tiempo así como tener un hobby para alejar la mente de la trompa se consideraron útiles, incluso esenciales.

Un enfoque integral va más allá. Así como el cuerpo afecta a la mente y la mente al cuerpo, tocar la trompa es sólo un aspecto de la vida –¡no se trata sólo de tocar trompa! Hacer música debe ser parte de un esquema más amplio de cosas. Una esquema que encontré divide las necesidades de un músico en cuatro áreas: elementos físicos, elementos emocionales, elementos mentales y elementos espirituales, que cuales trabajan conjuntamente para el bien del músico.

Lo más importante es que tenemos que combatir nuestros miedos. Mediante la aplicación mientras estudiamos de nuestro propio sistema de confianza en lugar de miedo, estamos en el camino correcto. Nuestra manera de estudiar es fundamental. Aprender a reprogramar nuestros pensamientos y desarrollar una actitud positiva hacia nosotros mismos, nuestro estudio y nuestras actuaciones es de suma importancia para nuestro bienestar. La investigación muestra que tanto las técnicas de relajación y acondicionamiento físico son beneficiosas para el rendimiento y ayudan a minimizar el miedo escénico. Por lo tanto parte de nuestro sistema debe ser encontrar actividades para mejorar la vida, que nos gustan y que nos ayudan fomentar la confianza, reducir el estrés, y mantenernos abiertos, tanto en nuestro tiempo de estudio como en la vida misma. Hay muchas opciones para elegir y las preferencias varían según el individuo. Los trompistas saben que pueden encontrar una gran variedad de actividades útiles, tanto para su forma de tocar como para la enseñanza.

En mi caso la técnica Alexander demostrado ser útil, pero mi pasión siempre ha sido la danza. Cuando cambié de baile de salón a baile flamenco mi nivel como músico se benefició enormemente. El flamenco es excelente para la coordinación, el pataleo es básico y agudiza nuestro sentido de ritmo, abre la caja torácica para respirar, y es bueno para la postura en general, además es muy divertido. También nado y esquío para mejorar la resistencia física general y la concentración. Para mí los beta bloqueadores no mejoraron los síntomas del miedo escénico. Mi tensión y concentración empeoraron, y la sensación de ser un fraude fueron ampliados al confiar en algo no intrínseco a mi ser.

Conclusión

No todos los trompistas carecen de confianza o seguridad para enfrentarse a las actuaciones ni tienen problemas de salud, pero sí muchos de ellos. Los expertos están de acuerdo en que se puede aprender a tener confianza y la distonía focal, el estrés y el miedo escénico se pueden prevenir. Podemos emprender un viaje de regreso a la buena salud sabiendo que los problemas no tienen por qué surgir si nuestra técnica es buena y mantenemos sanos nuestro cuerpo, mente y espíritu y estudiamos correctamente.

Si bien esto puede parecer fácil, a medida que carecemos de confianza y buscamos ayuda el problema parece complicarse. En primer lugar puede haber una personalidad subyacente que provoca una falta de motivación. En segundo lugar hay que escuchar tanto a quienes están tratando de ayudarnos como a nuestro ser interior. En tercer lugar centrarnos demasiado en un aspecto de nuestra técnica puede llevar a bloqueos mentales y a estudiar incorrectamente.

Es crucial que aprendamos a contrarrestar el estrés a través del desarrollo de un sistema de autoapoyo que esté en constante evolución. Esto a su vez nos dará lo que necesitamos para mantener nuestra técnica fuerte y saludable.  Además de una rutina de estudio diaria que debe incluir ejercicios de entrenamiento físico, mental, de relajación y tiempo libre. Con la ayuda de estas herramientas, además de la voluntad, el coraje y la ayuda de buenos profesores, terapeutas experimentados y entrenadores, podemos construir nuestro propio sistema personal que soporte nuestra experiencia subjetiva, nuestra capacidad para ser guiados por nuestro sentido interno de equilibrio y la capacidad de confiar en nuestro propio juicio.

Este enfoque integrador debería aplicarse tanto a nuestro técnica de tocar como a nuestra vida. Cuando nos centramos en una sola cosa –la trompa, o un solo aspecto de nuestra técnica– bloqueamos nuestro propio aliento. ¡Hemos de relajarnos, tener fe y disfrutar! Tocar la trompa de forma saludable significa sentirse cómodo en un papel artístico y se basa en ganar sinceridad en nuestras relaciones con la naturaleza y con otras personas.

Para concluir, tocar la trompa de una forma saludable es una evolución basada en la buena técnica, cuidada mediante una sana musicalidad y estudio correcto y firmemente incrustada en el suelo nutritivo de la autenticidad. Para prevenir el desarrollo de enfermedades relacionadas a nuestra actividad debemos fundamentar cuidadosamente todo lo que hacemos en nuestro autenticidad. En última instancia somos nuestros mejores profesores –somos los responsables de autoalimentarnos. Cuando no nos cuidamos nos apartamos de nuestro camino y adoptamos técnicas que nos son ajenas, lo que nos crea problemas.

Habiendo vuelto a tocar profesionalmente después de un viaje de búsqueda estoy segura de que cualquier persona que pasa por una crisis está totalmente equipada con los medios para recuperarse o incluso experimentar algo totalmente nuevo. Por lo tanto a cualquiera que tenga falta confianza o la haya perdido, le animo a coger la trompa y que pérdida de ella, le animo a coger la trompa y ¡mucha fuerza!.

La publicación y traducción de este artículo ha sido autorizada expresamente por la autora Irena Marie Rieband para TodoTrompa.

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