Nunca Digas Nunca Jamás. Froydis Ree Wekre.

Cuando empecé a tocar la trompa siendo una adolescente tuve la firme impresión de que sólo las personas con labios finos tenían potencial para convertirse en trompistas de éxito. Este mito se quedó en el fondo de mi mente por muchos años y, desde luego retrasó mi progreso en varias áreas. Mis propios labios, algo gruesos se convirtieron en la excusa y una explicación de los diversos problemas. Mi propia solución creativa a los problemas y el flujo de nuevas ideas sobre cómo mejorar técnicamente disminuyó considerablemente a causa de creer en este mito. 

Más tarde me he encontrado con otros mitos que para algunas personas habían sido perjudiciales para su progreso y confianza en sí mismo, pero a menudo más tarde resultaron ser erróneas. 

Muchos de estos mitos se convierten en consejos negativos y las reglas acerca de cómo no hacerlo. Este tipo de asesoramiento se entrega libremente como las declaraciones pomposas en la forma de "no hacer esto / no hacer eso ", es decir : "Para hacer esto o aquello iras en contra de todas las leyes, escritas, y si lo haces de todos modos esto o lo otro , tu forma de tocar / posibilidades / será seriamente dañadas. " 

A continuación una colección de estos "nuncas", declaraciones que pueden tener un efecto negativo en las mentes de las personas sensibles. Algunas de las reglas son auto-experiencia, y otros me las han dicho estudiantes y colegas. Cada uno se presentará por separado con mis comentarios. 

"Nunca infles las mejillas." Mi primer profesor me dijo esto, y yo seguí su consejo obedientemente. Sin embargo, una noche, mientras yo estaba viendo la orquesta donde tocaba, me di cuenta de algo extraño en la sección de vientos, sorpresa para mí, que mi propio maestro inflando las mejillas de vez en cuando! Cuando le pregunté acerca de esto durante mi próxima lección, él lo pensó por un momento, luego sonrió y se mantuvo firme en su consejo anterior, pero por supuesto, un grado de duda se había puesto en mi mente. Más tarde he encontrado que soplar las mejillas cuando se juega de vez en cuando en ciertos rangos o dinámica puede ayudar a dar a la rigidez muscular de las esquinas una relajación rápida y temporal. También podría ayudar a producir un tono de color diferente. Por lo tanto, mi respuesta a esta regla sería: Sí, en su mayor parte, aunque hay no hay regla sin excepción! 

"Nunca muevas tu embocadura." Esta regla es bastante común, y en mi opinión algo peligroso. Viendo buenos instrumentistas en diferentes instrumentos de metal, de la trompeta a la tuba, uno puede ver los movimientos gradualmente más y más en los músculos de la cara sobre todo en el registro grave. La trompa tiene un registro muy amplio, que abarca cuatro octavas, y muchos grandes trompistas hacen lo que tienen que hacer para que el sonido salga bien en todo el registro. Y, "lo que tienen que hacer" a veces se incluyen los movimientos visibles en las mejillas, los labios y la mandíbula. Si la gente cree que no llevar esta regla a rajatabla es negativo, una vez más el flujo de la creatividad se detuvo, y uno puede fácilmente quedar atascado. Puedes hacerlo todo perfecto visiblemente pero aún así no sonar bien. 

"Nunca bajes tu mandíbula." Afortunadamente, nadie me dijo esto en mis primeros días, pero he tenido numerosos estudiantes que han tenido que aprender a romper esta regla si querían tocar el registro grave. La pregunta es, por supuesto, cuándo y cuánto se tiene que bajar o mover la mandíbula. 

"Nunca hablamos de la embocadura." tengo algunas simpatías por éste. Si no está roto, no lo arregles , como se suele decir. Algunas personas se sobre-analizan y se olvidan de los factores más importantes, como centrarse en el plan actual musical y el flujo de aire. Sin embargo, el trabajo de los músculos faciales también es importante, y a veces puede ser necesario discutir sobre este tema. 

"Nunca humedezcas los labios / Nunca toques con los labios secos." he oído y leído tanto de estas declaraciones. ¿Qué se supone que debemos hacer? Creo que de cualquier forma se puede tocar, a juzgar por lo que he visto y oído. 

"Nunca vibres los labios sin boquilla. "Varios jugadores de troma parece que han tenido experiencias negativas haciendo esto, y luego se dan la vuelta y dicen a todos los demás de no hacerlo. Sin embargo, quiero hablar de aquellos de nosotros que han encontrado que es muy útil vibrar los labios. Cuando se hace en cantidades razonables, mi experiencia es que esa vibración en los labios puede ser constructiva para la fuerza y control. 

"Nunca levantes los hombros al respirar." Esto es realmente una sentencia super negativo, especialmente para los jugadores con una capacidad pulmonar pequeña. Cuando la gente "normal" (no los instrumentistas de viento) suspiran, se puede ver que sus hombros se suben en una inhalación profunda, de una manera muy natural. Por supuesto que entiendo la razón inicial por lo que se recomienda mantener los hombros bajos. Tensión no deseada deben evitarse durante el juego. Pero si se quiere utilizar la capacidad pulmonar total, a veces es necesario explorar el sentimiento de un suspiro muy profundo, y para permitir que los hombros se mueve hacia arriba por el aire que va a llenar los pulmones en todas las direcciones, también hacia arriba . 

"Nunca respirares por la nariz." ¿No es esto interesante? La naturaleza nos ha dotado de dos formas de respirar, y aunque tenemos más cantidad cuando se inhala por la boca, la forma de la nariz puede ser la solución adecuada en ciertas situaciones. También hay ocasiones en que una inhalación profunda y calma a través de la nariz tendrá un efecto maravillosamente relajante en nuestro cuerpo, y por lo tanto en el rendimiento. 

"Nunca sin el apoyo diafragmático / Nunca utilices, ni mencionar el apoyo." El uso excesivo de la tensión en el cuerpo mientras tocamos puede ser muy negativo, para la calidad del sonido, para la resistencia, y para bienestar del trompista. Para mí, el uso selectivo de los músculos abdominales inferiores se ha convertido en un protector de de vida en situaciones extremas (por ejemplo en solos en piano y agudo). 

"Nunca metas la lengua entre los labios." De nuevo, esto limita la creatividad en la búsqueda de los ataques más limpios posibles y para cualquier ocasión en la música. Personalmente, yo a veces rompo esta "regla" en el registro medio y grave en aras de la claridad. 

"Nunca hagas ataques de aire." Uno de mis profesores me dijo esto, y siendo obedientes a esta regla con el tiempo dieron lugar a tensiones no deseadas y el miedo de los ataques suaves. Sólo cuando empecé a experimentar con ataques de aire fui capaz de superar mi problema. 

"Nunca se debe terminar el sonido con la lengua." En su mayor parte, este es un buen consejo y buen gusto, pero he vivido situaciones en la orquesta, cuando un conductor quiere un efecto especial, una especie de parada brusca, en la que parar el sonido con la lengua puede ser una buena opción . 

"Nunca toques en una Conn / Alexander / Holton / Paxman / Yamaha etc" Este es un interesante y a menudo geográfica "regla", en su mayoría procedentes de un maestro dominante, que transfiere sus fobias a los demás. 

Nunca toques en una boquilla en forma de copa/ Nunca toques en una boquilla en forma de V." Hay muchas variaciones sobre los mismos, algunos de los cuales también tienen que ver con los tamaños, etc A mi modo de ver, la gente tiene diferentes dientes, labios y configuración de la cara. Además, hay diferentes gustos y prioridades que hay en relación con el sonido, el rango, la claridad, etc Algunos suenan muy bien en las boquillas en forma de copa y otros lo hacen muy bien en las boquillas en forma de V. 

No hay reglas sin excepciones - tampoco esta vez!

Por lo tanto, ten cuidado la próxima vez que tengas la necesidad de pronunciar: Nunca hacer - lo que sea. Su declaración puede ser un fiel reflejo de su propia opinión, vigente en la materia, pero, sin embargo, otras personas pueden haber encontrado otras soluciones, igualmente buenas. Si usted dice: En mi propia, humilde opinión subjetiva, personal y experiencia, así es como a mí me funciona , entonces se abre a los demás - y especialmente a los estudiantes - para encontrar sus propios caminos.