Irena Marie Rieband se graduó de la Universidad de Londres y es trompa solista de la Sudecka Philharmonic Orchestra en Polonia. Su tesis esta completa en el sitio web de la IHS.
Puedes contactar con ella vía email mediante su website www.rieband.com. © copyright Irena Marie Rieband.
Un viaje.Parte 2ª.
Tres amenazas potenciales para la salud
La distonía focal
La
distonía focal es un trastorno neurológico caracterizado por la pérdida
repentina de movimiento o coordinación, que puede afectar a cualquier parte de
nuestro cuerpo. En los instrumentistas de viento-metal, y en particular los
trompistas, la parte del cuerpo generalmente afectada es la embocadura y los
músculos que la rodean. Los síntomas iniciales habituales son temblores en el
sonido, notas cortadas, o problemas técnicos en un determinado registro.
Muy
a menudo la distonía focal del músico pone toda su carrera en peligro.
Curiosamente, los músicos perciben los efectos de la distonía sólo mientras
tocan y no durante el resto de actividades diarias. Es más, la afección tiende
a aparecer lentamente y no siempre causa dolor, por lo que puede pasar
desapercibida durante algún tiempo y por ello ser diagnosticada muy tarde.
La
afección todavía no se conoce a la perfección, como afirma una carta enviada
por la Deutsche
Orchestervereinigung, y por ello es difícil de tratar.
Factores que parecen conducir a la distonía son un cambio en la técnica o el
instrumento, el aumento de los niveles de estrés, o un exceso de estudio. La
evidencia sugiere que estudiar incorrectamente es una causa en sí misma. En una
encuesta a 58 músicos con distonía, 17 habían aumentado repentinamente su
tiempo de estudio o habían empezado a estudiar intensamente después de un
tiempo de pausa.
La
separación de síntomas y causa no es fácil. Pero algunos instrumentistas han
mejorado a través de reaprender la utilización dependiente de las redes
corticales y técnicas musculares de relajación.
Estrés ocupacional
Se
pidió a un grupo de músicos de orquesta que hicieran una lista de diez factores
de estrés presentes en su vida diaria. Un director que debilita la confianza
ocupó el primer lugar de la lista, seguido por problemas con el instrumento,
tocar un solo en la orquesta, problemas médicos que afectan al trabajo, y
cometer errores durante la actuación. Un estudio realizado en Gran Bretaña
incluye tres tipos de estrés profesional aplicados a los músicos, en las tres
categorías de factores profesionales, situación o entorno estresante y estrés
personal. Sin embargo, el mayor factor de estrés fue la necesidad de alcanzar
un alto nivel de musicalidad. Parece que los músicos son ellos mismos su peor
enemigo.
La
trompa es un instrumento donde aparecen todos estos factores de estrés y los
trompistas tienen que hacer concesiones tanto físicas como mentales. Colocar
una mano en la campana de una trompa y los labios en la boquilla no son
"naturales" para los seres humanos. Las tensiones físicas de sostener
y tocar el instrumento pueden conducir fácilmente a una lesión, por lo tanto
los trompistas tienen que aprender a luchar contra esto desde una edad
temprana. Algunos trompistas se han preocupado de tener sus instrumentos hechos
a medida para reducir el sufrimiento y dolor muscular. Los calentamientos,
estiramientos y ejercicios antes y después de tocar son esenciales.
Cometer
errores al tocar solos de orquesta y convivir con las expectativas a menudo
imposibles de los directores son asuntos con los que cualquier trompista debe
lidiar. Debemos aprender a no permitir ninguna presión externa, opinión, o
resultado afecte para obtener lo mejor de nosotros. Tocar la trompa no debe ser
un temible juego de azar, como la palabra alemana Glücksspirale
sugiere, debemos hacerlo con desinhibición y valentía. Esto exige el desarrollo
de unos nervios de acero y una mente sana.
El miedo escénico
La
mayoría de los trompistas profesionales admiten que en algún momento de su
carrera se han enfrentado a uno o más de los síntomas del miedo escénico,
pérdida de la respiración, sequedad de boca, pulso acelerado, náuseas, pérdida
de memoria y concentración o incluso pérdida de audición. De hecho, el miedo
escénico tiene un lugar destacado en todos los estudios relacionados con
músicos y además se han presentado 478 informes con estrategias para combatir
el problema. Algunos consejos prácticos incluyen echarse en el suelo o leer un
libro justo antes de una actuación con el fin de despejar u ocupar la mente,
centrar la atención en un punto en la pared, disolver una aspirina bajo la
lengua, o incluso meterse un beta bloqueador. Un remedio para relajar el
enfoque general al tocar es simplemente “tocar la melodía" –algunos días
son mejores que otros. Otro enfoque dice que "la experiencia es la
verdadera clave" y que la única manera de superar el miedo escénico es
tocar muchas veces delante de público. Alternativamente podemos entrenar
nuestras mentes para reducir los miedos
a meras reacciones biológicas de nuestro cuerpo. Cualquiera que sea nuestro
enfoque, pensar positivamente parece ser la solución.
Las
estadísticas revelaron que las áreas corporales que tienen más probabilidades
de ser afectadas en los trompistas son las relacionadas con la postura. Son
comunes los dolores en el cuello y los hombros así como problemas de espalda hasta el coxis. Una segunda
área está relacionada con la técnica, en particular en la embocadura. Una mala
técnica fue evaluada consistentemente en las encuestas como la segunda causa
más común de problemas de salud entre los músicos. Más interesante aún, la
correlación entre estas dos áreas parece ser fuerte y no menos en los casos de
distonía focal, estrés ocupacional y miedo escénico, los tres peligros más
diabólicos entre la comunidad de trompistas.
Por
lo tanto el desarrollo de una buena técnica no es una cuestión periférica.
Pero, ¿qué es, exactamente, lo que constituye una buena técnica? ¿Cómo podemos
luchar contra los entes inestables como el miedo escénico con algo sólido y de
confianza? Esta se convirtió en una de las cuestiones centrales en mi propia
búsqueda de confianza. Encontrar las respuestas en medio de las múltiples
posibilidades no resultó tan fácil.
Soluciones técnicas
Postura
Si
el trabajo en la embocadura y la respiración no producen el resultado deseado,
un instrumentista puede recurrir a corregir los posibles defectos en su
posición física. La mala postura fue calificada como el mayor síntoma de los
problemas relacionados con el rendimiento entre los músicos, y se considera una
importante contribución a una mala técnica. Encontrar una buena técnica es
altamente dependiente de una buena postura y muchos profesores lo incluyen en
sus clases.
La
mayoría de los músicos no son conscientes de su mala postura y no poseen un
sentido interior para realizar los ajustes necesarios. Mejorar la postura no
puede producirse si el músico no tiene confianza en su propio sentido de
control interno. Se demostró que pacientes con distonía focal responden a un
reaprendizaje fundamental de las redes corticales en el cerebro. Sin embargo
una postura incorrecta a menudo se deriva de la primera infancia y se convierte
en algo tan arraigado en el organismo de una persona que una reorganización de
las redes corticales no es tarea fácil.
Respiración
Frases
como "todo está en la respiración" o "toma una gran respiración
y sopla" son palabras frecuentemente sabias en el mundo de los
instrumentos de viento-metal. ¿Pero qué pasa si el instrumentista siente que no
sabe cómo respirar? ¿O está buscando su propia manera de respirar? Pueden ser
abrumados con muchas opiniones. Si bien la mayoría coinciden en que para tocar
la trompa necesitamos inhalar tanto aire como sea posible y luego soplarlo de
nuevo, las maneras mediante las cuales se puede hacer esto son muchas.
Un
músico puede demostrar que una buena respiración comienza en la parte inferior
y termina en la parte superior, otro puede sugerir la inhalación como si se
hiciera a través de una manguera de jardín. Otros pueden decir de ampliar la
caja torácica o imaginar que está pegada a los pulmones. Algunos pueden
prohibir a sus estudiantes levantar los hombros, mientras que otros animan a
sacar el pecho. Mientras la vieja escuela dice que respiremos desde el estómago
y no levantemos los hombros, pensamientos más modernos piensan que un músico de
constitución delgada tiene necesitará expandirse en todas direcciones, incluyendo
hacia arriba.
La
mayoría de los músicos están de acuerdo en que no se debe forzar para obtener
una buena calidad de sonido, pero en el momento de llevarlo a la práctica crea
un sinfín de problemas. El concepto de "apoyo" es igualmente difícil
–los europeos dicen "empujar", pero en EE.UU. prefieren un enfoque
más suave. Hay un montón de material de lectura y vídeos en el mercado, así
como aparatos para respirar, pero esta abundancia de herramientas, técnicas y
consejos pueden complicar la búsqueda. Mi experiencia es que centrarse
demasiado en uno de nuestros aspectos técnicos puede causar un caso grave de
visión en túnel, causando más bloqueos y frustración.
Embocadura
En
el mundo de los músicos de viento-metal se entiende generalmente que una buena
respiración y un uso preciso de los labios son las dos cosas imprescindibles
para un buen rendimiento. Probablemente el asunto más cuestionado es el de la
embocadura.
El
libro de Philip Farkas por ejemplo, muestra un gran número de embocaduras
diferentes, que lo hacen "una de los cosas en el mundo más difíciles de
describir". Él contrasta las llamadas embocaduras sonrientes con las del
tipo silbido y concluye que en algún lugar entre ambos se encuentra la
configuración correcta, la de una "sonrisa arrugada". Cree que la
mayoría de los profesionales colocan la boquilla más o menos en el centro del
labio horizontalmente y cubren verticalmente dos tercios del labio superior y
un tercio del labio inferior.
Sin
embargo, cuando se trata de otras cuestiones tales como si el labio inferior
debe ser enrollado o no, la distribución de presión entre los dos labios, la
posición de los dientes, el ángulo de la boquilla con la cara, el tamaño de la
apertura, y el uso de los músculos de la cara dentro de la boquilla, las opiniones
difieren ampliamente.
En
una inspección más cercana, centrarse en la embocadura parece añadir más
confusión. Algunos maestros tienen buenas razones al advertir que no es bueno
darle demasiada importancia a este aspecto técnico. Por lo tanto es valioso
encontrar un profesor que no sea solamente un experto, aún más importante es
que sea suficientemente inteligente y abierto para tratar a cada estudiante
como un individuo o incluso un semejante, en términos de carácter, juicio y
habilidades. Sin embargo los trompistas que han sufrido crisis afirman que
tales modelos no siempre son fáciles de encontrar. Mientras algunas reglas
pueden ser comprendidas y de confianza, en algunos casos estas pueden ser mejor
evitadas u omitidas en su conjunto. La embocadura de cada uno es –con toda
seguridad– única.
Soluciones integradoras
Autenticidad
Una
vez nos hemos alejado de una base sólida, puede ser difícil encontrar el camino
de regreso. Luchar contra uno solo de los aspectos mencionados anteriormente a
la hora de tocar, puede conducir a un callejón sin salida. Tenemos que parar y
volver a pensar que al final la única medicina para la enfermedad es la
facilidad. Después de haber explorado todos los aspectos de la técnica de tocar
la trompa, caminando por muchas vías de soluciones prometidas pero encontrado
paredes en todos los casos, tuve que volver sobre mis pasos, encontrar mis
raíces e ir en busca de algo perdido. Las respuestas para recuperar la
confianza y el desarrollo de una técnica confiable y estable comenzaron a
surgir en el momento que empecé a recuperar un sentido de autenticidad, dejarme
ir, y tener fe. El concepto de escuchar y sonar de mi infancia adquirió
dimensiones totalmente nuevas. Los expertos relacionados con el campo de la
interpretación y la mala salud están de acuerdo en que todos los problemas
entre los músicos se pueden prevenir. Creo que una vez aprendemos o
reaprendemos a diferenciar entre lo que es fiel a nuestro interior y lo que no,
somos capaces de luchar contra todas las amenazas y peligros a lo que podemos
enfrentarnos y desarrollar una buena técnica. Esto es particularmente
importante en el ámbito de la enseñanza, donde hay una necesidad de respeto
mutuo. Aunque tenemos que hacer el trabajo, solamente será útil cuando una
técnica o método de aprendizaje está en consonancia con la composición del
individuo. Cualquier técnica a la que no accedamos por instinto, imaginación o
nuestra fuerza vital fallará. La buena respiración debe provenir de
restablecimiento de patrones de normalidad. La naturalidad y la intuición deben
ser desarrolladas a través de nuestra voz cantante, tanto interna como audible,
y la forma en que escuchamos. Disfrutar tocando la trompa requiere la
clarificación de nuestras motivaciones internas y nuestras metas.
Sistema de apoyo
Para
tocar la trompa de forma saludable pienso que es nuestra responsabilidad
desarrollar un auténtico sistema de autoapoyo que abarque nuestro tiempo con el
instrumento y sin él. Las experiencias personales de los trompistas estudiados
nos dan algunas pistas. Dormir lo suficiente y comer sano, hacer ejercicio
físico o técnica Alexander, cambiar completamente de mentalidad, estudiar
correctamente dentro de límites razonables de tiempo así como tener un hobby
para alejar la mente de la trompa se consideraron útiles, incluso esenciales.
Un
enfoque integral va más allá. Así como el cuerpo afecta a la mente y la mente
al cuerpo, tocar la trompa es sólo un aspecto de la vida –¡no se trata sólo de
tocar trompa! Hacer música debe ser parte de un esquema más amplio de cosas.
Una esquema que encontré divide las necesidades de un músico en cuatro áreas:
elementos físicos, elementos emocionales, elementos mentales y elementos
espirituales, que cuales trabajan conjuntamente para el bien del músico.
Lo
más importante es que tenemos que combatir nuestros miedos. Mediante la
aplicación mientras estudiamos de nuestro propio sistema de confianza en lugar
de miedo, estamos en el camino correcto. Nuestra manera de estudiar es
fundamental. Aprender a reprogramar nuestros pensamientos y desarrollar una
actitud positiva hacia nosotros mismos, nuestro estudio y nuestras actuaciones
es de suma importancia para nuestro bienestar. La investigación muestra que
tanto las técnicas de relajación y acondicionamiento físico son beneficiosas
para el rendimiento y ayudan a minimizar el miedo escénico. Por lo tanto parte
de nuestro sistema debe ser encontrar actividades para mejorar la vida, que nos
gustan y que nos ayudan fomentar la confianza, reducir el estrés, y mantenernos
abiertos, tanto en nuestro tiempo de estudio como en la vida misma. Hay muchas
opciones para elegir y las preferencias varían según el individuo. Los
trompistas saben que pueden encontrar una gran variedad de actividades útiles,
tanto para su forma de tocar como para la enseñanza.
En
mi caso la técnica Alexander demostrado ser útil, pero mi pasión siempre ha
sido la danza. Cuando cambié de baile de salón a baile flamenco mi nivel como
músico se benefició enormemente. El flamenco es excelente para la coordinación,
el pataleo es básico y agudiza nuestro sentido de ritmo, abre la caja torácica
para respirar, y es bueno para la postura en general, además es muy divertido.
También nado y esquío para mejorar la resistencia física general y la
concentración. Para mí los beta bloqueadores no mejoraron los síntomas del
miedo escénico. Mi tensión y concentración empeoraron, y la sensación de ser un
fraude fueron ampliados al confiar en algo no intrínseco a mi ser.
Conclusión
No
todos los trompistas carecen de confianza o seguridad para enfrentarse a las
actuaciones ni tienen problemas de salud, pero sí muchos de ellos. Los expertos
están de acuerdo en que se puede aprender a tener confianza y la distonía
focal, el estrés y el miedo escénico se pueden prevenir. Podemos emprender un
viaje de regreso a la buena salud sabiendo que los problemas no tienen por qué
surgir si nuestra técnica es buena y mantenemos sanos nuestro cuerpo, mente y
espíritu y estudiamos correctamente.
Si
bien esto puede parecer fácil, a medida que carecemos de confianza y buscamos
ayuda el problema parece complicarse. En primer lugar puede haber una
personalidad subyacente que provoca una falta de motivación. En segundo lugar
hay que escuchar tanto a quienes están tratando de ayudarnos como a nuestro ser
interior. En tercer lugar centrarnos demasiado en un aspecto de nuestra técnica
puede llevar a bloqueos mentales y a estudiar incorrectamente.
Es
crucial que aprendamos a contrarrestar el estrés a través del desarrollo de un
sistema de autoapoyo que esté en constante evolución. Esto a su vez nos dará lo
que necesitamos para mantener nuestra técnica fuerte y saludable. Además de una rutina de estudio diaria que
debe incluir ejercicios de entrenamiento físico, mental, de relajación y tiempo
libre. Con la ayuda de estas herramientas, además de la voluntad, el coraje y
la ayuda de buenos profesores, terapeutas experimentados y entrenadores,
podemos construir nuestro propio sistema personal que soporte nuestra
experiencia subjetiva, nuestra capacidad para ser guiados por nuestro sentido
interno de equilibrio y la capacidad de confiar en nuestro propio juicio.
Este
enfoque integrador debería aplicarse tanto a nuestro técnica de tocar como a
nuestra vida. Cuando nos centramos en una sola cosa –la trompa, o un solo
aspecto de nuestra técnica– bloqueamos nuestro propio aliento. ¡Hemos de
relajarnos, tener fe y disfrutar! Tocar la trompa de forma saludable significa
sentirse cómodo en un papel artístico y se basa en ganar sinceridad en nuestras
relaciones con la naturaleza y con otras personas.
Para
concluir, tocar la trompa de una forma saludable es una evolución basada en la
buena técnica, cuidada mediante una sana musicalidad y estudio correcto y
firmemente incrustada en el suelo nutritivo de la autenticidad. Para prevenir
el desarrollo de enfermedades relacionadas a nuestra actividad debemos
fundamentar cuidadosamente todo lo que hacemos en nuestro autenticidad. En
última instancia somos nuestros mejores profesores –somos los responsables de
autoalimentarnos. Cuando no nos cuidamos nos apartamos de nuestro camino y
adoptamos técnicas que nos son ajenas, lo que nos crea problemas.
Habiendo
vuelto a tocar profesionalmente después de un viaje de búsqueda estoy segura de
que cualquier persona que pasa por una crisis está totalmente equipada con los
medios para recuperarse o incluso experimentar algo totalmente nuevo. Por lo
tanto a cualquiera que tenga falta confianza o la haya perdido, le animo a
coger la trompa y que pérdida de ella, le animo a coger la trompa y ¡mucha
fuerza!.
La publicación y traducción de este artículo ha sido autorizada expresamente por la autora Irena Marie Rieband para TodoTrompa.
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