La próxima vez que sientas alguno de los síntomas de ansiedad o nerviosismo (manos sudorosas, temblores, boca seca, latido rápido, dolor de estómago, y así sucesivamente), no te critiques, -simplemente identifica el efecto sobre tu estado actual. Localiza la parte más afectada por el problema- la parte del estómago que más duele, o cualquier otra cosa, entonces mira si poniendo atención en el problema, las cosas han mejorado o empeorado.
Ahora mira si todavía puedes escuchar la música. Cuando sientas que te has familiarizado con el problema, le das permiso para estar allí, y luego eliges otro foco de atención. Como antes, este nuevo enfoque puede ser: la vista, el sonido, el sentimiento, o lo que sabes sobre la obra. Haciendo esto veras que aunque tienes un obstáculo físico el cual no puede desaparecer, este tiene un menor impacto. Cuando se da permiso a un problema para existir, tu mente quedará más libre para concentrarse en la música.
Artículo sacado del libro "The Inner Game of Music" de Barry Green.
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